"Las cosas ya no son como eran; aunque probablemente nunca lo fueron".

jueves, agosto 10, 2006

Amistad con el mundo

"¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios?" El texto es muy claro para cualquier testigo de Jehová: no hay que formar amistades con gente "del mundo", es decir, con gente que no sea testigo de Jehová. Por eso limitan su trato con personas no testigos al mínimo imprescindible.

Si es eso lo que enseña Santiago 4:4, ¿por qué el contexto habla de otra cosa? En el contexto de ese versículo Santiago denuncia la situación de los cristianos a los que dirige su carta, es decir, a los cristianos "que están esparcidos por todas partes", lo cual indica que no trataba una situación puntual que se daba en un lugar, sino de una crítica general.

¿Qué situación denuncia Santiago?
1. "guerras y peleas entre ustedes" (versículo 1)
2. "sus deseos vehementes de placer sensual" (versículos 1 y 3)
3. "siguen asesinando y codiciando" (versículo 2)

¿Estaba denunciando lo corruptos que son "los del mundo" y por eso les dice que no se mezclen con ellos? ¿O no es más bien a los propios cristianos a quienes Santiago denuncia, acusándoles de ser "amigos del mundo", es decir, de conducta no cristiana? ¿No es mucho más razonable pensar que lo que hace a alguien "enemigo de Dios" (versículo 4) es pelear, asesinar, codiciar, y no su criterio para seleccionar a sus amigos?

Dado que está claro lo que un cristiano no debe incluir en su conducta, ¿no es el propio cristiano quien debe de decidir quienes serán sus amistades y qué grado de amistad va a tener con ellos, dado que será él quien rinda cuentas ante Dios por lo que haga?

Este mismo concepto de "el mundo" queda claro en 1 Juan 2:15-17, donde se les dice a los cristianos que "no estén amando al mundo". ¿Qué es lo que incluye ese "mundo" al que no hay que amar? Pues resulta que no es gente, sino rasgos de personalidad. Lea si no el versículo 16, donde dice: "todo lo que hay en el mundo (el deseo de la carne, el deseo de los ojos, y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno) no se origina del Padre". Los "mundanos" se originan del Padre, porque son humanos, no mundanos. Son personas creadas a su imagen, sean o no sean testigos de Jehová. Son las actitudes perversas (pelear, asesinar, codiciar) las que debemos de evitar, porque son esas actitudes las que no se originan del Padre.

Y, tal como denuncia Santiago, tales actitudes perversas también existen entre los testigos de Jehová, al igual que existían entre los primeros cristianos. ¿Por qué iban a ser las cosas diferentes ahora?.

Las cosas no son tan simples como "aquí todo es bueno y fuera todo es malo". A esa forma de razonar en la que se divide a la gente en dos grupos (los mios y los otros, los buenos y los malos) se le llama "maniqueismo", y está en el germen de las ideas intolerantes y excluyentes que han dañado tanto la convivencia entre los seres humanos. De hecho, si todos los testigos son buenos y todos los mundanos son malos, ¿por qué el juicio que hará Jehová es individual?

Pablo acertó cuando dijo "todos han pecado y no alcanzan a la gloria de Dios" y "cada uno rendirá cuenta de sí mismo a Dios, por lo tanto no andemos juzgándonos".

No hay comentarios: