"Las cosas ya no son como eran; aunque probablemente nunca lo fueron".

lunes, diciembre 17, 2007

Nadie sabe "el día ni la hora", pero Franz sabía el año: 1975


Los que vivieron los sucesos de 1975 en la organización de los testigos de Jehová y ven ahora los cambios doctrinales que tratan de estirar hasta el infinito la duración de la generación de personas que vería el fin, están bastante decepcionados.

Los que no vivieron los sucesos de 1975 y en la actualidad son ancianos de congregación tienen un verdadero problema a la hora de juzgar los cambios doctrinales que están sucediendo ahora. Dado el ritmo frenético impuesto a lo que un testigo debe leer, malamente puede ir al día con las revistas corrientes, asi que ni se plantea releer nada del pasado. Los testigos tienen una imagen de su pasado prefabricada artificialmente en las páginas de La Atalaya.

Esta entrada en este blog me la ha motivado una conversación que tuve con un anciano jóven (disculpen la aparente contradicción de términos, pero así son las cosas) que afirmaba que "lo de 1975 fue un cosa de unos cuantos que usaron la cronología para inventarse la fecha del fin". Llevaba razón. El problema es que esos "unos cuantos" no son quien él cree. De hecho, tampoco fueron "unos cuantos", porque para inventar aquello bastó una sola persona, el creativo, el admirado, Frederick W. Franz.

Comenzamos con una cita de un discurso de Franz (por aquel entonces vicepresidente de la Watchtower), pronunciado durante la graduación de misioneros de la escuela de Galaad el 2 de marzo de 1975. Franz fue el verdadero ideólogo de casi todas las certezas que dejaron de serlo y se están corrigiendo ahora, y parecía seguir la máxima Platónica de que la verdad absoluta se esconde en las matemáticas, por eso los testigos de los años 70 y 80 aprendían tanta cronología bíblica.

*** w75 1/5 pág. 286 Un contraste... misioneros con una obra salvavidas urgente ***


Otro orador, F. W. Franz, el vicepresidente de la Sociedad, impresionó al auditorio enérgicamente con la urgencia de la obra cristiana de predicar. Recalcó el hecho de que, según la cronología confiable de la Biblia, 6.000 años de la historia humana terminarán el próximo septiembre según el calendario lunar. Esto coincide con un tiempo en que “el género humano [está] al punto de causar su propia muerte por inanición,” y también se encara con envenenamiento por la contaminación del ambiente y destrucción por armas nucleares. Franz añadió: “No hay base para creer que la humanidad, obligada a hacerle frente a lo que ahora tiene ante ella, pueda existir por el séptimo período de mil años” bajo el sistema de cosas actual.
¿Quiere decir esto que sabemos exactamente cuándo Dios destruirá este viejo sistema y establecerá un sistema nuevo? Franz mostró que no lo sabemos, puesto que no sabemos cuánto tiempo duró el intervalo entre la creación de Adán y la creación de Eva, punto en que empezó el día de descanso de Dios de siete mil años. (Heb. 4:3, 4) Pero el orador señaló que “no debiéramos pensar que este año de 1975 no tiene importancia para nosotros,” porque la Biblia prueba que Jehová es “el mayor cronólogo” y “tenemos una fecha que nos sirve de ancla, 1914, que marca el fin de los Tiempos de los Gentiles.” Por eso, dijo él al continuar, “estamos llenos de expectación en cuanto al futuro cercano, en cuanto a nuestra generación.”—Mat. 24:34.

La primera pregunta que surge aquí es ¿qué pinta un discurso sobre cronología en una graduación de misioneros?. Parece como si este fuera el monotema de Franz y hablaba de "la cronología fiable de la Biblia" y los 6000 años allá donde fuera, sea que viniera a cuento o no.

Pero vayamos al grano. Si leen con detenimiento la cita anterior verán que la doctrina se enuncia con el método de tirar la piedra y esconder la mano: 'según la cronología fiable de la Bíblia [...] 1975 tiene importancia para nosotros [...] pero no sabemos exactamente cuándo Dios destruirá este viejo sistema'.

Este método de enunciar "verdades" tiene la ventaja de que:

a) si aciertan pueden decir: "ya anticipé yo que 1975 sería importante para nosotros"

b) si fallan pueden decir: "ya dije yo que no sabíamos el día ni la hora"

c) si aciertan parcialmente y el fin hubiera venido varios años más tarde, podían decir: "ya dije yo que no sabía 'exactamente' cuándo vendría el fin".

El sistema de cálculo que Franz explicó para llegar a 1975 no fue una sorpresa para nadie, pues desde finales de la década de los años 60 ya se estaba creando expectación con el año 1975. Por ejemplo, los cálculos respecto al fin del sexto día creativo y el tiempo transcurrido entre la creación de Adán y la de Eva (que cerraría dicho día creativo) se publicaron en La Atalaya del 15 de Septiembre de 1968, no disponible en edición digital.

Ese 'margen de incertidumbre' respecto a cuándo terminaría el sexto día creativo no era mayor que unos cuantos meses, ya que La Atalaya del 8 de Abril de 1969 afirmaba que tanto Adán como Eva fueron creados en el año 4026 A.C. , extremo este confirmado en el libro "Ayuda para entender la Bíblia", publicado en 1987, al afirmar que tanto Adán como Eva tenían 130 años de edad cuando nació Set (artículos "Cronología" y "Eva").

Por tanto, a partir de Octubre de 1975 (aniversario de la creación de Adán) comenzaba una cuenta atrás de un que finalizaría en el aniversario de la creación de Eva, fecha que pone fin al sexto día creativo e inicia el periodo de mil años de gobierno de Cristo. Dicho periodo no debía ser mayor que un año, ya que tanto Adán como Eva fueron creados el mismo año según "la cronología fiable de la Bíblia", que diría Franz.

Esta creencia estaba tan sólidamente argumentada, y era tantas veces repetida, que ningún testigo de la época tenía dudas sobre que en 1975 vendría el fin.

¿Qué ambiente se respiraba en las congregaciones a comienzos de la década de los 70? Como cualquier testigo que viviera aquella época puede ratificar, la gente estaba empezando a desconectarse de este sistema que 'pronto sería destruido'. La mayor parte de los testigos no iniciaba nuevos planes (¿para qué apuntarse a la universidad si no vas a poder acabar la carrera?), otros dejaban sus casas o trabajos para dedicarse exclusivamente a predicar la inminencia del fin. Otros, los más "listillos", hacían inversiones en casas o coches, pensando que, como no iban a tener que pagarlos, podrían disfrutar de ellos mientras llegara el fin. Otros, que conocí personalmente, planeaban hacer acopio de víveres por si hubiera alguna escasez en la turbulenta época que se acercaba.

Este artículo del "ministerio" de 1974 describe bien dicho ambiente, elogiando a los que abandonaban todo para dedicarse a predicar.

*** km 7/74 pág. 3 ¿Cómo está usted usando su vida? ***

Sí, desde el verano de 1973 ha habido nuevos máximos de precursores cada mes. Ahora hay 20.394 precursores regulares y especiales en los Estados Unidos, un máximo de todos los tiempos. ¡Eso es 5.190 más de los que había en febrero de 1973! ¡Un aumento de 34 por ciento! ¿No alienta eso nuestro corazón? Hay informes de hermanos que están vendiendo sus hogares y propiedades y están haciendo planes para terminar el resto de sus días en este viejo sistema en el servicio de precursor. Ciertamente esa es una excelente manera de usar el corto tiempo que queda antes del fin de este mundo inicuo.



Pero llegó 1975 y no ocurrió nada. 1975 no fue un año de importancia, como predijo Franz. Así que se empezó a cambiar el mensaje y a moderar a los exaltados que estaban "desatendiendo las cosas cotidianas", y, encima, criticando a aquellos que habían pensado que vendría el fin basándose en "su propio entendimiento".

*** w76 1/12 pág. 729 párr. 15 Una base sólida para confianza ***

Pero no es aconsejable que pongamos nuestras miras en cierta fecha, desatendiendo las cosas cotidianas que ordinariamente atenderíamos como cristianos, cosas que nosotros y nuestras familias realmente necesitamos. Quizás nos estemos olvidando de que, cuando el “día” venga, no cambiará el principio de que los cristianos tienen que cuidar a todo tiempo de todas sus responsabilidades. Si alguien ha resultado desilusionado por no haber seguido este modo de pensar, debe concentrarse ahora en ajustar su punto de vista, al ver que no fue la palabra de Dios la que le falló o lo engañó y le trajo desilusión, sino que su propio entendimiento se basó en premisas incorrectas.


Esta cita de La Atalaya que acabo de copiar pasará a la historia de la infamia religiosa: la "sociedad", los "representantes de Dios", el "canal" entre Dios y los hombres, crea expectación durante años sobre la fecha de 1975, encomia a los que dejaron todo confiando en aquella predicción, y cuando aquello no se cumple la emprende contra sus seguidores por haberse inventado una fecha y crearse falsas expectativas. ¿Ven ahora por qué el "anciano jóven" con el que hablé me dijo que lo de 1975 era el producto de "unos cuantos" que fabricaron por su cuenta dicha fecha?

¿Reconocieron su error, al menos?

No se qué esperaría usted que "la sociedad" hiciera para disculparse, pero si yo hubiera dejado mi trabajo y mi casa por dedicarme a predicar un fin inminente y me encontrara con que dicho fin no viene, pediría algo más de lo que hicieron.

Más que un "reconocimiento", lo que hicieron fue tratar de dar lástima, de que les viéramos como víctimas en lugar de como verdugos. Y funcionó.

*** w80 15/9 pág. 17 párrs. 5-6 Escogiendo el mejor modo de vivir ***

En tiempos modernos ese intenso anhelo, encomiable en sí mismo, ha conducido a intentos de fijar fechas para el momento deseado en que a personas de toda la Tierra se les librará del sufrimiento y las dificultades que experimentan. Con la publicación del libro Vida eterna, en libertad de los hijos de Dios, y sus comentarios en cuanto a lo apropiado que sería que el reino milenario de Cristo concurriera con el séptimo milenio de la existencia del hombre, surgió considerable expectación respecto al año 1975. En ese entonces, y después de eso, se hicieron declaraciones que recalcaban que esto solo era una posibilidad. Sin embargo, y desafortunadamente, junto con tal información de índole preventiva, se publicaron otras declaraciones que implicaban que, más que una simple posibilidad, el que para aquel año llegara aquella realización de las esperanzas era una probabilidad.

Es de lamentarse el hecho de que aparentemente aquellas últimas declaraciones eclipsaron las declaraciones de índole preventiva y contribuyeron a edificar la expectación que ya se había iniciado.
6 En su número del 1 de diciembre de 1976, La Atalaya, comentando sobre lo poco aconsejable de fijar nuestras expectativas en alguna fecha específica, declaró: “Si alguien ha resultado desilusionado por no haber seguido este modo de pensar, debe concentrarse ahora en ajustar su punto de vista, al ver que no fue la palabra de Dios la que le falló o lo engañó y le trajo desilusión, sino que su propio entendimiento se basó en premisas incorrectas.” Al decir “alguien,” La Atalaya incluyó a todos los testigos de Jehová desilusionados, y por tanto incluyó a las personas que tuvieron que ver con la publicación de la información que contribuyó a edificar esperanzas que giraron en torno a aquella fecha.


En este artículo reconocen que ellos mismos se sintieron desilusionados, y reclaman la comprensión de los lectores, que les miren con lástima, en lugar de reclamarles la razón por la que el conducto de Dios se había desilusionado de sus propias profecías.

Dicho artículo de Atalaya fue también presentado en forma de discurso en la asamblea de distrito anterior, y a dicho discurso hace referencia esta cita del Anuario para 1980:

*** yb80 págs. 30-31 Anuario de los testigos de Jehová para 1980 ***

Los hermanos también apreciaron el candor de este mismo discurso, que reconoció la responsabilidad de la Sociedad por parte de la desilusión que sintieron algunos respecto a 1975.

¿Cual es la "responsabilidad de la Sociedad"?
¿Basándose en qué razones puede pedir "la sociedad" confianza en sus futuras predicciones?
¿Hay algo más falso que un profeta que se considera decepcionado por sus mismas profecías?
¿Hay algo más hipócrita que alguien trata de justificar sus errores en vez de reconocerlos, y al mismo tiempo afirma ser el único conducto entre Dios y los hombres, que da el alimento espiritual a su debido tiempo?
¿Cómo pueden tener el engreimiento de expulsar de las congregaciones, y prohibir el trato con su familia, a todos aquellos que no crean lo que ellos dicen, alegando que disentir de lo que ellos afirman es lo mismo que disentir de lo que opina Dios mismo?

Cabría pensar que el ideólogo de tal fiasco doctrinal quedaría apartado del cuerpo gobernante, pero aquello no sucedió. Franz fue nombrado presidente de la Watchtower en 1977, dos años después de su "fecha importante" que nunca lo fue, y se mantuvo en ese puesto hasta su muerte en 1992, a la edad de 99 años.

Como dije al principio, muchos "ancianos jóvenes" que ahora sirven en las congregaciones de los testigos de Jehová no conocen este tema, ya que 1975 es un tema tabú del que no se suele hablar, y que si se toca se hace con el tópico que este anciano me dijo ("lo de 1975 fue un cosa de unos cuantos que usaron la cronología para inventarse la fecha del fin").

Pero no se puede ignorar que las razones por las cuales un testigo tenía urgencia por predicar en 1975 no eran ciertas. El "conducto entre Dios y los hombres" no dio información veraz. Pero como la mayoría de los testigos no tienen memoria histórica por la avalancha de información "actualizada", nadie es consciente de que está depositando confianza ciega en un vigía poco confiable.

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