Es bien conocida la enfermiza relación que tienen los testigos de Jehová con Internet. Durante años les han hecho creer que Internet es el paraiso de la pornografía y los apóstatas, y de esos miedos quedan las reticencias actuales.
No hace falta ser un entendido para darse cuenta de que Internet ha cambiado la forma de acceder a la infromación. Hasta ahora los únicos medios de comunicación existentes (radio, televisión, periódicos) estaban gestionados por organizaciones con distinos objetivos, y hacerse oir en uno de dichos medios era una tarea poco menos que imposible para cualquier particular que tuviera algo que decir.
Los testigos de Jehová de principios del siglo XX se dieron cuenta de que debían de usar las nuevas tecnologías de su época (radio y proyecciones de imágenes) para difundir sus ideas, por lo que crearon emisoras de radio y crearon programas de proyección específicos: el foto-drama de la creación.
Las emisiones de radio tienen un alcance limitado, y las proyecciones del foto-drama requerían el transporte de material y disponer de una sala con un aforo grande, lo cual no siempre era posible. Compare usted esa situación con las posibilidades que ofrece ahora Internet: desde la comodidad de su casa cualquier persona puede escribir un texto, o crear fotografías o vídeos y hacer esa información disponible para los millones de personas que tienen conexión a Internet de una forma instantánea. ¡Ya hubieran querido para sí este escenario los testigos de principios de siglo!
¿Por qué se ha atacado por parte de la Watchtower el medio tecnológico que más podría haberles ayudado a difundir las "buenas nuevas"? Porque lo que Internet favorece es justamente la desaparición de los canales de difusión de la información, creando una comunicación directa entre el creador de la información y su público. La Watchtower solo habría podido aprovecharse de Internet si hubiera creado el equivalente a la "Escuela del Ministerio Teocrático" para enseñar a los testigos a crear contenidos de naturaleza espiritual para Internet, pero no habría podido controlar lo que se difundía por Internet, porque esa es la grandeza de Internet, que no es un canal controlable.
Hemos asistido a la paradoja de que, segun los testigos, los "malos" han podido usar Internet con eficacia para difundir sus ideas, y resulta que los "buenos" no han podido usarlo porque no se atreven a dar la libertad necesaria para hacerlo. Los testigos de Jehová solo creen en la libertad cuando se trata de que los gobiernos les dejen predicar. Creen en la libertad de acción de su organización pero no en la libertad personal de sus miembros. No creen en la libertad cuando de lo que se trata es de ejercer la propia conciencia dentro de su grupo: a todo aquel que se atreva a disentir de la organización se le somete a la dura tortura sicológica de verse rechazado (nadie quiere ni siquiera saludarte) por todos sus amigos y familiares, y dado que los testigos no cultivan amistades con gente que no sea de su religión, la situación es aún más grave.
El diario EL PAÍS del domingo 6 de enero contiene una interesante entrevista a Manuel Castells en la que se comenta la razón por la que el poder le tiene miedo a Internet y el uso que le saben dar a la libertad de expresión que supone Internet las personas con autonomía y que no se fían de las instituciones. Al leer esta entrevista entenderá usted mucho mejor por qué la Watchtower tiene tanto miedo a Internet. En realidad tiene miedo a la libertad, a dejar de controlar la vida de millones de personas, tienen miedo a crear cristianos autónomos, miedo a que los testigos sepan lo que ocurre dentro de su organización y que se les oculta. Tienen miedo a la verdad.
"Usted utiliza Internet, y sus hijos, también; pero resulta más interesante creer que está lleno de terroristas, de pornografía... Pensar que es un factor de alienación resulta más interesante que decir: Internet es la extensión de su vida."
"¿Por miedo a lo nuevo? Exacto. Pero miedo, ¿de quién? De la vieja sociedad a la nueva, de los padres a sus hijos, de las personas que tienen el poder anclado en un mundo tecnológica, social y culturalmente antiguo, respecto de lo que se les viene encima, que no entienden ni controlan y que perciben como un peligro, y en el fondo lo es. Porque Internet es un instrumento de libertad y de autonomía, cuando el poder siempre ha estado basado en el control de las personas, mediante el de información y comunicación. Pero esto se acaba. Porque Internet no se puede controlar. "
"¿Qué papel desempeña Internet en este proceso? Por un lado, al permitirnos acceder a toda la información, aumenta la incertidumbre, pero al mismo tiempo es un instrumento clave para la autonomía de las personas, y esto es algo que hemos demostrado por primera vez en nuestra investigación. Cuanto más autónoma es una persona, más utiliza Internet. En nuestro trabajo hemos definido seis dimensiones de autonomía, y hemos comprobado que cuando una persona tiene un fuerte proyecto de autonomía, en cualquiera de esas dimensiones, utiliza Internet con mucha más frecuencia e intensidad. Y el uso de Internet refuerza a la vez su autonomía. Pero, claro, cuanto más controla una persona su vida, menos se fía de las instituciones."
"Las cosas ya no son como eran; aunque probablemente nunca lo fueron".
domingo, enero 06, 2008
viernes, enero 04, 2008
Escombros teológicos

En el cartel promocional de la última película de Will Smith ("I am a legend"), cuya acción transcurre en el presente, en 2006, se puede ver el puente de Brooklyn devastado y uno de los pocos edificios que quedan en pie es el histórico edificio de la Watchtower de la calle Columbia Heights. Esto ha dado pie a que circule entre los testigos esta foto en tono de broma como un "anticipo" de lo que sucederá en Armagedón: todos los edificios "mundanos" destruidos y solo quedarían en pie los edificios "santos", los que durante el "tiempo del fin" fueron usados para organizar la predicación del fin.
Los testigos de Jehová siempre han sentido un cierto magnetismo hacia sus "casas Betel" (la sedes administrativas en cada país), hasta el punto de que para muchos testigos lo más interesante de una visita a la ciudad de New York era hacer el "tour" del "hogar Betel", asombrarse ante la pulcritud y el orden de aquella "familia", e incluso poder llegar a saludar a algún miembro del "Cuerpo Gobernante," esos que eran "hermanos viejecitos", y que ya han muerto todos.
A través de los medios de comunicación que tienen edición en Internet, como este blog del barrio de Brooklyn Heights, nos vamos enterando de que el Cuerpo Gobernante actual está en un proceso de deconstrucción inmobiliaria semejante al de deconstrucción teológica que se está observando en los últimos números de la nueva revista La Atalaya "solo para testigos". Uno de los buques insignia de los edificios de Brooklyn, el que está situado en el 360 de la calle Furman fue vendido el 12 de Abril de 2004 a una inmobiliaria.

Dicha inmobiliaria ha estado reformando el edificio y lo ha convertido en lofts y apartamentos de lujo, como se puede ver en la página web del proyecto One Brooklyn Brodge Park. Por si alguno está interesado, aquí les dejo también los precios de los apartamentos: oscilan entre medio millón por un estudio y más de cuatro millones de dólares por un ático.


Posteriormente nos enteramos de que el Standish, otro de los edificios emblemáticos que poseía la Watchtower en Brooklyn fue vendido para ser convertido en apartamentos de lujo.
Otros intentos de venta no se han materializado por el momento, como el intento frustrado de vender la famosa "granja" que surte de alimentos a la familia Betel. Al fracasar dicho intento, ahora se anuncia la construcción de viviendas en los terrenos de dicha granja probablemente para revalorizar el lugar con vistas a una posible venta futura.
En cualquier caso está claro que estamos asistiendo la caida del "imperio de los edificios", y a la sustitución de los planes de expansión por los de concentración. Los testigos de Jehová recientes ya no asocian los planes de expansión y construcción con la bendición divina, y ahora el paraiso espiritual es mucho más espiritual que nunca, especialmente si se confirma el próximo cierre de varias sucursales-fábrica en Europa, con lo que además de ser espiritual será virtual, una ciberteocracia.
Creo que el cartel promocional al que hacía referencia al principio puede verse en una clave mucho menos optimista. Yo, al menos, lo veo así.
La persona que se ve en el cartel podría representar al testigo que no encuentra dentro de "la organización" los referentes con los que se crió: expansión internacional, edificios que se quedan pequeños, crecimiento, construcción rápida de muchos salones del reino, más crecimiento, que acabará siendo la envidia de las religiones del mundo y que provocarán el odio de Satanás y el ataque de Gog y Magog. Al no ver cumplidas esas expectativas, el testigo representado en el cartel acude al edificio de Columbia Heights como si fuera el último en pie de una vieja época de gloria que ya no existe para encontrar allí la expresión material de su espiritualidad interior, algo que pueda tocar y admirar y que le confirme que es miembro de un "pueblo de Dios" potente, sin darse cuenta de que la espiritualidad interior no debería necesitar símbolos físicos.
Pero también podría tener un significado mucho menos literario pero más interesante, uno espiritual. El erial espiritual en el que se ha convertido la revista La Atalaya hace que la figura de Will Smith pueda muy bien representar a multitud de testigos que se encuentran buscando su espiritualidad entre una masa de escombros teológicos (1935, la generación, fracciones sanguíneas, etc) mientras se hacen a sí mismos la defectuosa pregunta "y si todo eso no era verdad, ¿a dónde iremos?" como si la verdad estuviera en algún sitio. La verdad no es el destino, es el medio, es el procedimiento para llegar al destino, ¿o acaso no es eso lo que dice Juan 4:24? ("Dios es un espíritu y los que lo adoran tienen que adorarlo con espíritu y con verdad").
¿Qué es la verdad? La verdad no es lo que diga usted, o yo, o cualquier humano que se autoproclame representante de Dios. La verdad es lo que realmente ocurrió en el pasado y las razones por las que ocurrió. Eso es incambiable. Hay que reconocer que es difícil llegar a esa verdad, ya que solo poco a poco vamos recostruyendo el puzzle de cómo nuestros antepasados construyeron las verdades oficiales que nos han legado. La verdad está ahí mismo, va haciéndose cada vez más clara delante de nosotros.
Para ver la verdad hace falta mucha investigación, y la actitud de partir de cero, sin prejuicios, sin ideas preconcebidas, sin intermediarios que nos interpreten los hechos históricos que nos hablan a gritos. No hay que reconstruir el cristianismo primitivo, hay que reconstruir la historia del hombre, pedir cuentas a nuestros antepasados por el legado ideológico defectuoso que nos han pasado y a nuestros contemporáneos por las lecturas interesadas de ese legado.
Dice el profesor Roger Shank respecto de los sistemas educativos que tan solo tienen dos problemas. Lo que enseñan está mal y cómo lo enseñan también. Está claro que de muchas religiones se puede decir lo mismo.
La historia humana, con sus grandezas incluidas, ha sido construida sobre creencias, no sobre hechos. Pero si lo que uno quiere es saber "la verdad", debe sacar a la luz los hechos estando advertido de este hecho: solo consuelan las creencias. La verdad no consuela. La verdad es muy inquietante. La verdad es, parafraseando a Kierkegaard, un ama seca: vigila nuestros pasos, pero no nos amamanta. La verdad no nos hace felices, nos hace libres. Advertido queda.
¿Aún así busca usted la verdad? Pues póngase cómodo y eche delante de la mesa todo lo que cree. Todo. Quédese con lo puesto: su identidad personal. Haga lo mismo que cuando va a montar en avión, distinga entre "usted" y lo que "usted lleva" y ponga en el escáner todo lo que lleva encima. Ahora encienda el escáner sobre todas sus creencias y detecte las que son "explosivas".
Somos una generación privilegiada, porque hasta ahora esta investigación no era posible, estando la información necesaria para realizarla vedada a unos pocos. Ahora, con la universalización de la información que supone Internet, por primera vez en la historia es posible hacer lo que se escribe en Daniel 12:4, "muchos discurrirán, y el verdadero conocimiento se hará abundante".
¿Se apunta a discurrir?
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